Con el paso inexorable del tiempo, buscas posicionarte
en un territorio de inmensas posibilidades,
donde se pone de manifiesto el calor y cultura de un pueblo amante
de buenas costumbres y saludables excentricidades.
En tus espacios de gran pacificidad y radiante armonía
se ejerce con autonomía plena identidad cultural.
Así mismo, se respira una marcada devoción religiosa, en sintonía
con las creencias de índole cristiana con un carisma vivencial.
En este entorno se recoge la cosecha probando el exquisito sabor
de una identidad que promueve las tradiciones culturales.
Sabor que se expresa en los cantos de tuna y bullerengue, al fragor
de una etnia que se siente orgullosa de sus raíces ancestrales.
La quebrada recorre tu suelo suavemente.
Adorna el paisaje propiciando un cúmulo de satisfacciones.
Sus gentes ven en ella una alternativa de ganarse la vida honestamente,
lo hacen con dedicación y entrega a la luz de infatigables decisiones.
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