Tierra que ofrece a propios y extraños gran variedad
de sitios que mostrar con gran beneplácito.
San Sebastián es fiel ejemplo, singular lugar
donde se moldean todo tipo de artesanías de un material exquisito.
Circundada por la ciénaga grande, fuente de vida para la región.
Se adentra al interior queriendo disfrutar del romance
que vive al lado de la fertilidad de su suelo, condición
válida para que sus gentes logren sus ideales con fehaciente alcance.
El sentir de cada habitante, es montarse en el vagón del éxito.
Es tener la firme convicción de viajar por la ruta acertada,
en la que no haya lugar a distracciones, logrando el mérito
de franquear el paradigma de las adversidades de manera sosegada.
La vivencia de cada día es una increíble satisfacción,
que cultiva la firmeza del espíritu con alborozo
desbordándose en gran medida la felicidad, no como una estación
a la cual hay que llegar, sino una forma de viajar con gozo.
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