miércoles, 28 de julio de 2010
CIÉNAGA DE ORO
Suelo donde la esperanza se convierte en ilusión
que no apaga el accionar y resplandor de sus vidas.
Cuando el día amanece lleva en sus entrañas con gozo y satisfacción
el rubio sol que asoma un mensaje cargado de una fuerza viva.
Punto de llegada donde convergen todo tipo de feligreses.
Gran fervor religioso se observa durante la semana mayor
evento de carácter místico, patrimonio del pueblo orense,
el nativo ofrece la semilla y el que llega pone el fermento con amor.
Evidencias una religiosidad arraigada que manifiesta la situación
de la cotidianidad en un tiempo y espacio histórico y social.
Sus habitantes se aferran a una fuerza sobrenatural divina como expresión
de respeto y alabanza ante lo sagrado como algo propio y real.
Tierra del casabe, producto aborigen que alimenta
y cultiva la firmeza del espíritu de las nuevas generaciones,
que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, a la vez sustentan
el goce de sus éxitos, lo mismo que de sus planes con sabias aspiraciones.
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