Sitio acogedor que se vislumbra plácidamente
sobre el paisaje exquisito que brinda el valle del San Jorge.
Rodeado de pastos de excelente calidad que ofrecen conjuntamente
las haciendas ganaderas, de las cuales derivan el sustento los pobladores.
Los días en esta tierra con aroma a fruta, transcurren en calma,
entretejiendo con mesura las alegrías y desesperanzas que ofrece la vida.
En medio de dificultades, aparecen soluciones que alimentan el alma.
Es un dilema que sortean al paso del tiempo, buscando una eventual salida.
Cuenta en sus alrededores con lugares de belleza natural,
propicios para fomentar actividades relacionadas con el ecoturismo.
La naturaleza fijó su encanto en la enigmática Ciénaga del Arcial,
sus aguas son un manantial de placer que invitan al regocijo.
Todos los años con gran fervor, el pueblo celebra su gran efeméride,
el festival del mapalé legado cultural de sus antecesores.
Ritmo que llevan en la sangre sin ser de raza negroide,
erótica es la cadencia en el bailar, mueven su cuerpo al son de los tambores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario