Creces imponente ante la majestuosidad del mar.
El gran rio Sinú recorre con encanto su topografía.
Llevando en cada recorrido de la mañana un alegre despertar,
congratulándose en la alborada del nuevo día.
La playas, la zona delta, la zona de manglares
y algunos reductos en el caño Fajardo, de fauna y flora
son los más envidiables lugares
que ofrece la madre naturaleza a toda hora.
En su recorrido se puede apreciar la isla Ancón,
sitio paradisiaco, donde se disputa el horizonte en un constante
coqueteo con los rayos del sol, el cielo azul y la brisa de la región.
Las aves como espectadoras vigilan el vaivén de las olas en el instante.
Su gente es plurietnica y multicultural.
Dibujan su sonrisa con regocijo en la zona costanera.
De tradiciones y arraigo ancestral,
con influencia marcada de la raza indígena, blanca y extranjera
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